AS TIC LY SU IMPACTO EN LA ECONOMÍA Y LA
SOCIEDAD
Las
potencialidades de las TIC, en particular de las nuevas tecnologías como la
computación en nube, generan efectos que sobrepasan lo económico y lo
empresarial, y tienen un amplio espacio para mejorar sustantivamente otros
aspectos del desarrollo. El alcance de estas tecnologías en las áreas geográficas
o sectores más desfavorecidos, así como sus diferentes aplicaciones, permite
que, conjugado con la capacitación de quienes tienen acceso a ellas, se pueda
sacar el máximo beneficio de las mismas, avanzando en la incorporación de estas
personas a la economía de la información. Las evidencias de estas
potencialidades quedan muy claras también cuando se consideran nuevas
aplicaciones, como por ejemplo a nivel de salud y educación. En los países
desarrollados las TIC han tenido un rol importante en facilitar una dinámica de
profundas transformaciones económicas que se han expresado en un aumento en la
productividad, una transición desde economías industriales-manufactureras hacia
otras basadas en servicios con un rol cada vez más relevante del conocimiento y
una desverticalización de los procesos de negocios, permitiendo la
desagregación de las cadenas de valor y su deslocalización internacional. Los
procesos de acceso y utilización de TIC han progresado también en los países de
América Latina en los últimos años. Ello se refleja en el Índice de Desarrollo
de las TIC (IDI), elaborado por la Unión Internacional de Telecomunicaciones de
Naciones Unidas (ITU), que muestra como en todos los países latinoamericanos se
ha verificado 18 CEPAL una mejora sustancial en infraestructura, acceso y uso
de estas tecnologías. De hecho, entre 2002 y 2011 la brecha de los países de
América Latina y el Caribe con respecto de los países de la OCDE se ha reducido
en prácticamente todos los casos. Sin embargo, la otra cara de la moneda está
dada por las posiciones relativas que ocupan los países, donde se constata que,
pese a la mejora observada, casi todos pierden posiciones en el ranking IDI. Al
analizar los distintos componentes del índice mencionado, se puede también
notar que las distancias con la OCDE se han reducido en “infraestructura y
acceso”, mientras que el mayor aumento de brecha se verifica en “uso de TIC”.
Esto refleja el enfoque dominante de las estrategias implementadas en los
países de la región, que se han concentrado esencialmente en programas
orientados a mejorar la infraestructura y el acceso (ámbitos en los cuales
igualmente siguen existiendo serios problemas). Al mismo tiempo es importante
resaltar que existe una importante heterogeneidad al interior de la región,
donde se observa que los países del Cono Sur y del Caribe se encuentran mejor
posicionados, mientras que los de América Central muestran un mayor atraso.
EL
USO DE LAS TIC EN EL ENTORNO DE LA NUEVA GESTIÓN PÚBLICA.
El desarrollo de las tecnologías de la información y
comunicación está posibilitando un aumento de la productividad, derivado tanto
de los esfuerzos en dicho sector como en la derrama que su aplicación tiene en
otras áreas, lo cual motiva a que los esfuerzos tecnológicos no deban
orientarse exclusivamente a la creación de grandes canales de información, sino
a incrementar la calidad y productividad de los trabajadores involucrados. El
presente trabajo trata de demostrar empíricamente, empleando el enfoque del
Índice de Funcionalidad estatal para México, cómo el uso de tecnologías
contribuye al desarrollo de la Nueva Gestión Pública, donde se puede verificar
que el conocimiento ha dejado de ser el valor principal y está condicionado a
un valor dominante: la innovación.
Las máquinas son
capaces de realizar tareas que antes llevaban a cabo personas (automatización
del trabajo), lo cual, sabiéndolo aprovechar, permite pasar de una era de
información a una era del conocimiento. Antes de estas transformaciones, no
importaban mucho las habilidades intelectuales de los empleados porque se
realizaban tareas rutinarias y repetitivas; en la actualidad, como resultado
del uso de diversas tecnologías e innovaciones en los procesos, se pueden
obtener bienes y servicios más rápido, con mejor calidad y con menores costos.
Los clientes o usuarios se han vuelto más exigentes y sus expectativas se han
incrementado, aspecto que presiona en el trabajo, de manera particular en el
servicio público, a tratar de eliminar la burocratización del pasado y centrar
la atención en responder a este nuevo esquema de exigencia de los ciudadanos,
lo cual demanda una creación de valor agregado apoyado en el uso de TIC. Este
proceso, como cualquier otro que implique transformaciones integrales de una
institución, debe ser abordado desde diferentes aspectos tales como las
adaptaciones de infraestructura que se deben realizar, las innovaciones que
puede aportar, los costos que implicaría, las ventajas y desventajas que pueda
traer a la estructura organizacional, las conciliaciones jurídicas que
representa su adecuada utilización y, por supuesto, en el área de personal, en
la cual para que este tipo de cambios garantice un buen funcionamiento, se
requiere de la gente adecuada para ponerlos en marcha.
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