CINEMA CAFÉ #006
ELENA (2012), DE PETRA COSTA
"Las memorias se van con el tiempo, se deshacen. Pero algunas no encuentran consuelo, sólo algún alivio en las pequeñas brechas de la poesía".
-Petra Costa
Existe un profundo deseo por encontrar la satisfacción propia y no dejar que desaparezca, tenemos la idea de que el medio más realista para lograrlo es establecernos metas y cumplirlas; fuera de la ecuación quedan pequeños desperfectos como la indeseable decepción de no conseguirlo o de hacerlo y no sentirse uno tan realizado como se había pensado.
Elena Andrade fue una joven brasileña llena de deseos e ilusiones, igual que su madre, tiene el anhelo de convertirse una exitosa actriz; contemplando su panorama de origen no encuentra alternativa que mudarse a "la ciudad que nunca duerme", Nueva York, el lugar donde podrá alcanzar todo lo que buscaba ¿verdad?.
Bello e íntimo documental que, a modo de cine experimental, construye una muy personal narrativa, cuál si observásemos recuerdos llenos de nostalgia y onirismo, en donde la directora retrata su doloso proceso de duelo frente a la pérdida de su cercana y trágica hermana.
No resulta fácil desarrollarse sobre una que discurre más acerca de emociones muy íntimas en lugar que de palabras o narraciones puramente lineales; aunque, es otro de los puntos hermosos del cine: su lenguaje es bastante extenso o se puede reinventar de múltiples formas.
Elena Andrade fue una joven brasileña llena de deseos e ilusiones, igual que su madre, tiene el anhelo de convertirse una exitosa actriz; contemplando su panorama de origen no encuentra alternativa que mudarse a "la ciudad que nunca duerme", Nueva York, el lugar donde podrá alcanzar todo lo que buscaba ¿verdad?.
Bello e íntimo documental que, a modo de cine experimental, construye una muy personal narrativa, cuál si observásemos recuerdos llenos de nostalgia y onirismo, en donde la directora retrata su doloso proceso de duelo frente a la pérdida de su cercana y trágica hermana.
No resulta fácil desarrollarse sobre una que discurre más acerca de emociones muy íntimas en lugar que de palabras o narraciones puramente lineales; aunque, es otro de los puntos hermosos del cine: su lenguaje es bastante extenso o se puede reinventar de múltiples formas.
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